lunes, 21 de febrero de 2011

Un Canon de Ockeghem

Esto es el "Agnus Dei", de la Misa Prolationum del compositor renacentista flamenco Johannes Ockeghem:



Hubo un tiempo en que los canones fueron una gran innovación musical, una forma relativamente sencilla de hacer músicas a varias voces sin crear una estructura armónica completa.

Podemos definir un canon como una forma musical en la que existe una voz principal, que ejecuta una melodía, y existen una voces de respuesta, que imitan la melodía ejecutada por la voz principal, en principio empezando después de la voz principal. Ahora bien, el tema es ¿cómo ejecutar la respuesta?.

Visto por encima, esto puede ser un modo de verlo.

La forma más simple es una ejecución exacta de la melodía, con un retraso.
La consecución obvia del anterior es un canon en octava, dónde la respuesta se hace con la melodía transportada una octava.
Si empezamos a usar intervalos, obviamente, también se pueden hacer a otros intervalos diferentes, lo que da riqueza armónica.

Ahora vienen variaciones más complejas en las respuestas, porque hasta ahora las melodías no se alteraban, ahora sí, existe el canon inverso, en que se mentienen los tiempos de la melodía, pero los movimientos tonales son contrarios al de la melodía contraria, si una nota de la melodía principal aumenta tono, la respuesta la disminuye, en el intervalo que corresponda la variación, y también existe el canon retrógrado, que se corresponde con una lectura de la melodía principal pero empezando por el final y terminando en el principio.

Hasta ahora se han alterado intervalos y las melodías, ahora se incide en la variable tiempo, como es el canon mensural, en que las voces respuesta toman la melodía principal alterando los valores temporales de las notas, siguiendo cada voz la melodía en su propia medida de tiempo, obviamente este modo es muy complejo de componer, ya que requiere mucho cuidado para que haya una buena armonía entre voces que se desarrollan cada una a un ritmo.

Claro está, todas estas posibilidades son combinables, y a veces las reglas no son aplicadas rigidamente, porque quizá conviene más alterar ligeramente ciertas notas en momentos dados para mejorar armonías (a gusto del compositor), de hecho, por poder haber, puede haber más de una melodía principal, por ejemplo dos melodías compatibles, y luego cada una con sus seguidores.

Es evidente el proceso de complicación que se produce en el canon para buscar cosas originales, y ayudó mucho al desarrollo teórico musical por su cada vez mayor complejidad, pero casi parece que este cuerpo de variables que se crean alrededor de esta forma musical, hace que sea un género encorsetado, dónde por una parte ya es difícil innovar y por otro es cada vez más complejo que las piezas resulten armónicamente aceptables, no digo imposible, digo que se limita tanto la creatividad, que casi parece que la creatividad empieza a invitar a empezar a hacer canones no puros, no seguir las reglas aquí y allá para conseguir momentos relevantes. Ese es el primer paso, el siguiente es usar lo que se ha aprendido en armonía en los cánones, y aplicarlo en acompañamientos no relacionados, al búsqueda pura de las armonías, pero con un conocimiento teórico mayor que el que se usaba previamente que era más intuitivo.

La pieza de Ockeghem, es un canon mensural, la obra prototípica de este tipo, con una conjunción perfecta de voces cada una con su medida temporal de las melodías, pero si se escucha bien, se verá que en su intervalo, se repiten los mismos temas.

Un saludo.