sábado, 8 de agosto de 2009

Lully

Uno de los países que más tengo olvidados en cuestiones musicales es Francia, porque a decir verdad, salvo en la época del siglo XIX y principios del XX, Francia ha estado al lado de naciones musicalmente mucho más potentes (salvo Inglaterra, que es la historía de pasar del éxito a la ruina), pero no para destacar nunca a los niveles que la música italiana, germánica, ni siquiera la rusa con posterioridad, estándo por regla general en una discreta segunda fila, por mucho que les pese.
Eso no quita que Francia también haya tenido movimientos musicales potentes, y compositores renombrados, como es el caso que voy a plantear.

Luis XIV, el Rey Sol, conocido por su poder, conocido por sus vicios, conocido por su dominio de la nobleza francesa, y precisamente de ahí viene la historia.
Uno de los puntos importantes de Luis XIV fueron sus cortes, en las que impuso una moda, unas fiestas, sobre la que aparecen también los espectáculos...y estos espectáculos tenían que crearlos grandes artístas.

Jean Baptiste Poquelin (Molliere) por supuesto realizó también este tipo de obras, entre ellas unas de sus obras maestras “Le Bourgeois Gentilhomme”, un ballet cómico escrito por él con música de Jean Baptiste Lully, que es uno de esos grandes nombres franceses de la cultura mundial, particularmente de la música, pena que sus orígenes fueran italianos.

La obra es una sátira de los burgueses de clase media que pretendían escalar socialmente y comportarse como nobles, aún no siéndolo, provocando situaciones en la que el protagonista queda en evidencia por la vulgaridad de su origen...todo esto además tiene su gracia, ya que era una crítica total contra Jean Baptiste Colbert, que tenía orígenes burgueses y había llegado ser ministro del Luis XIV.

Marche pour la Ceremonie des Turcs



La música de Lully es tipicamente barroca, tanto por los instrumentos que usa, como por la presencia del bajo continuo del que ya he hablando alguna vez por aquí, y gran parte de las veces en forma de bailes cortesanos, como se nota en esta marcha que he enlazado, que corresponde a la última parte de la obra.
Todo muy acompasado, con la presencia de esa percusión barroca que sería abandonada pronto.

viernes, 7 de agosto de 2009

La oración del torero de Joaquín Turina



Originalmente era un cuarteto para laudes, pero dicha partitura se perdió durante cincuenta años, reencontrándose en 1981, y sólo se mantuvo una versión para cuerdas posterior, que por dicha razón es que
sea más conocida la versión de cuerda de la de laudes.

Como no podía faltar es una pieza intimista, con ese fondo racial tan propio de los compositores españoles de aquella época, todo acorde al título, cuando el torero, antes de salir al ruedo, se arrodilla ante todas sus estampas de Jesús, Vírgenes y Santos y ora, porque quién no tenga miedo ante un morlaco de más de quinientos kilos, no es que sea un mal torero, es que es gilipollas y tiene muchas papeletas para irse al otro barrio.

Pero mejor que esto se exprese en palabras del propio Joaquín Turina:
"Aquel rumor incendiado por la luz de la tarde, realizado por la música de pasodobles y el grito de los clarines me sugestionaba. Yo había sentido muchas veces la tentación de traducir en música toda la impresión que en mí producía la voz múltiple de la fiesta, pero también me atraían los aspectos profundos y sugestivos de la emoción religiosa popular y sobre todo andaluza. Una tarde de toros en la Plaza de Madrid, aquella plaza vieja, armónica y graciosa, vi mi obra. Yo estaba en el patio de caballos, allí tras una puerta pequeñita estaba la capilla llena de unción, donde venían a rezar los toreros un momento antes de enfrentarse con la muerte. Se me ofreció entonces en toda su plenitud aquel contraste subjetivamente musical y expresivo, de la algarabía lejana de la plaza, del público que esperaba la fiesta, con la unción de los que ante aquel altar pobre y lleno de entrañable poesía venían a rogar a Dios por su vida, acaso por su alma, por su dolor, por la ilusión y por la esperanza que acaso iban a dejar para siempre, dentro de unos instantes, en aquel ruedo lleno de música y de sol".

jueves, 6 de agosto de 2009

Y van 100

Con el post anterior llevamos 100...pero que bueno soy, jejeje.

Una de Wagner

Ya va tocando hablar de Ricardito, ¿no?

El anillo del Nibelungo está basado en las sagas nórdicas, que para Richard Wagner eran elemento principal de la cultura germánica.
Por regla general las sagas se basan en hechos históricos sucedidos sobre todo en la isla de Islandia en el X, época en la que no estaban cristianizados, eso explica bien porqué todas las historias tienen una ambientación mitológica nórdica.

La historia del anillo corresponde a una lucha por el dominio del mundo centrado en un anillo, forjado por el enano nibelungo Alberich (a quién le resulte curioso el asunto de los anillos, que sepa que Tolkien era un experto filólogo de mitología nórdica y celta, por eso la coincidencia).
En esto está el heroe, Sigfrido, que con su espada "Balmunga", se lanza a la aventura con intención de matar al dragón Fafner, al que por supuesto mata, y se baña en su sangre razón, cosa que le vuelve invulnerable, ¿pero de verás todo su cuerpo quedó bañado en sangre? no, un trozo de su espalda quedo cubierto por una hoja de tilo, sin él advertirlo...curiosa coincidencia, Aquiles.
Luego él se casa con la princesa Crimilda, mientras que el hermano de esta Gunther, se casa con Brunilda, reina de las Valkirias e hija del mismo Odín, por un apaño de Sigfrido.
Pero Brunilda digamos que trataba mal a su marido el príncipe, cosa que como buen súbdito, Sigfrido no puede permitir ¿pero a ver quién es el guapo que le afea el comportamiento a una Valkiria? pues para eso está el anillo de Alberich, con el que se puede dominar el mundo, con él, podría hacer cambiar de parecer a Brunilda.
Con el anillo, Sigfrido tomó la apariencia de Gunther, y pasando unas pruebas consigue que Brunilda considere a "su esposo" como su superior. Pero el engaño no podía durar mucho, y Brunilda se entera por Crimilda del engaño, y planea su venganza para que un asesino aseste un lanzazo justo en el lugar de la espalda desprotegido de sangre de dragón. Evidentemente Sigfrido muere por ello, pero Brunilda se suicida después porque en realidad estaba enamorada de él (al fin y al cabo, él sí era su superior, no su marido), aunque previamente había tomado el anillo devolviéndolo al Rhin, proceso durante el que los dioses son destruidos.
Tras esto, Crimilda es desposada con Atila (sí, el mismo que viste y calza), y planea la vengaza de la muerte de su marido, en la que estaba más gente involucrada de la que parecía, así que organiza una fiesta en nombre de su nuevo marido, en la que emborracha y asesina a diestro y siniestro, incluyendo al propio Atila, y luego se suicida arrojándose a las llamas del propio fuego que ella misma había provocado.

Desde luego las óperas suelen tener unos argumentos tremendos, pero en realidad estos sucesos están basados en hechos históricos, que en realidad no tienen nada que ver con la propia historia nórdica, sino que son hechos sucedídos en otra zona de Europa y en una época muy anterior a ser escritos (siglo XII aprox)...pero eran historias germánicas, así que ellos lo asumieron como similares y lo embellecieron acorde a su cultura ancestral.

Brunilda en realidad era la princesa visigoda Brunegilda, nacida en Toledo, hija del rey Atanagildo, por tanto arriana, que se casó con el rey merovingio Sigeberto I de Austrasia (que incluye el oriente de la actual Francia, Suiza, Bélgica, Holanda y el oeste de Alemania incluyendo la franconia y Baviera), este alianza le venía bien a ambos reinos, ya que dividía los esfuerzos combativos de los otros dos reinos merovingios, Neustria (fronteriza con Hispania y con Austrasia) y Burgundia (por allí enmedio). Brunegilda tuvo que convertirse al catolicismo, ya que los reinos francos habían abandonado el arrianismo hace tiempo.
A la vez, la hermana de Brunegilda, Galswinta se casa con Chilperico I de Neustria, pero este tiene una amante, Fredegunda, que conspira hasta que consigue asesinar a Galswinta y casarse con el rey Chilperico.
Brunegilda clama venganza (desde Hispania nadie va a clamar venganza porque Atanagildo había muerto), y esta actitud de enemistad entre ambas reinas provoca la enemistad de sus maridos, los reyes hermanos.
De esta enemistad surge de una forma deformada la historia del anillo del Nibelungo.
De hecho, la presencia de Atila en la historia es uno de los detalles que nos hace vez que este suceso es el correcto, ya que Austrasia tuvo sus problemas con las tribus ávaras en el este, tribus que eran los sucesores de los anteriores hunos, cuyos descendientes son los actuales checos (cosa que encaja incluso geográficamente).

La enemistad pasa por muchas étapas, incluyendo el asesinato de Sigeberto por Fredegunda, pero termina todo primero con la muerte de Fredegunda, se supone que asesinada por encargo de Brunegilda, y luego con la venganza del hijo de Fredegunda, que se cuenta que hizo arrastrar a Brunegilda de unos caballos desbocados.

Otro detallito curioso del asunto es que el mal fario familiar se lo traspasó Brunegilda a su hija Ingunda, muy católica ella, que fue desposada con el principe heredero (y arriano) de Hispania, Hermenegildo, lo que a la larga provocó la guerra civil entre Leovigildo y Hermenegildo...Ingunda era nieta de la segunda esposa de Leovigildo, que quería forzar la conversión de esta al arrianismo, y mira por dónde, le salió el tiro por la culata, ya que fue ella junto con Isidoro de Sevilla quienes convierten a Hermenegildo.

Como enlace, y para quién tenga ganas de invadir Polonia en los próximos días:
La cabalgata de las Valkirias



La pieza enlaza perfectamente con la historia, ya que es una pieza con gran fuerza, y las Valkirias eran las diosas guerreras nórdicas, que recogían a los más heróicos guerreros caídos en batalla para llevarlos ante Odín, dónde un día formarían parte del ejército del dios en la batalla del Ragnarok. La más famosa de todas ellas fue Brynhildr.
En la historia wagneriana, este parte es el comienzo del tercer acto de la ópera "La Valkiria", la segunda de las cuatro, dónde se narran los orígenes de Sigfrido (aunque él no aparece en la obra) y de la caída de Brunilda.
Precisamente la pieza corresponde al inicio de como he dicho ya, el tercer acto, en el que Brunilda se reune con sus hermanas y les pide ayuda pero estas le niegan la ayuda ante el temor de desobedecer las órdenes de Odín.

Como se puede ver, hay hechos de la historia que son alterados por gusto de Wagner, que lo que pretende es crear un libreto sólido basándose en las sagas, que no eran nada sólidas por si mismas, así que la historia wagneriana se puede resumir bien con los títulos de las cuatro óperas "El oro del Rhin" en la que se habla del anillo, "La Valkiria" en la que se habla de Brunilda, "Sigfrido" en la que se habla del propio Sigfrido y "El ocaso de los dioses" en la que muere Sigfrido y Brunilda quiere romper el maleficio del anillo y luego morir en las llamas junto a su amado, llevándose por enmedio el mismísimo Valhala y a sus pobladores los dioses.
Vamos, que de la historia real, a la saga y de esta a las óperas, varían muchas cosas y hay personajes que desaparecen, pero todo viene a ser lo mismo en esquema, un tragedión heróico y amoroso.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Actus Tragicus

ctus tragicus




Bach era luterano y los movimientos protestantes una de las cosas que propugnaban era la eliminación del clero como un estrato apartado del pueblo, en eso aparece el pastor, que es un individuo cualquiera que estudie las escrituras y que tenga un don de gentes para poder hablar de las Escrituras ante sus compañeros e iguales.
Quizá con el tiempo, los pastores protestantes cada vez se han ido asimilando más al clero católico en la que requieren una formación teológica, aunque la teoría sea que cualquier puede ser pastor...pero esto no era así en tiempos de J.S.Bach, por lo que él imprimía su visión religiosa en las obras que creaba.

martes, 4 de agosto de 2009

Julio Cesar

Vuelvo a admitir que la ópera no es lo mío, la prefiero en pequeñas dosis tomadas a gusto a base de cedeses en mi cadena de música sentado en un sillón y un bol de anacardos, pero he hablado de ópera antes, y no podía ser la última vez que lo hiciera.
Fue AntonioM quién hace un tiempo, cuándo andaba yo mal de tiempo, que comentara algo sobre Haendel y los castrati. De castrati ya he hablado, pero a ver que se me ocurre interesante para contar sobre óperas de Haendel.

Partamos de la base que Haendel es uno de los grandes, emigrante en un país que tiró por el retrete toda su tradición musical. Hablamos de una Inglaterra furibundamente protestante (bueno, protestantes a su manera), para los que la música coral, incluso la sacra es visto como algo católico, por tanto susceptible de ser eliminado. Esa es la causa de la inexistencia de Inglaterra musicalmente hasta finales del siglo XIX.
Pero era un país poderoso no sólo política sino económicamente hablando, sobre todo tras haber solucionado sus problemas dinásticos (problemas dinásticos de los que desciende la actual casa de Alba), y esas son buenas épocas para el desarrollo cultural.

En realidad este odio a la música es de caracter más bien inglés, porque en otras zonas protestantes no se dio, sólo hay que ver que J.S.Bach era luterano, y ahí estuvo. También hay que decir que esto también era algo más bien de cara a la sociedad, porque luego los potentados no faltaban de contratar músicos extranjeros para que fueran a tocarles, caso es el de Mozart, que de niño estuvo en Londres.
Haendel es otro caso, ya que se instaló y se nacionalizó inglés sólo porque su rey lo quiso. Y tuvo suerte, porque dentro de lo que cabe el pudo hacer cosas que ningún inglés podría haber hecho...si la cultura musical inglesa a esas altura no hubiese estado destrozada en aquel entonces, claro, cosa que ya estaba y jamás se hubiera dado el problema.

Entonces la música no, pero bien es sabido la tradición teatral que de existía en el país, eso sí era aceptado, los dramas de Shakespeare (fuera quién fiese el autor real) ya tenían más de un siglo en esta época.
Así que el teatro sí era aceptado, la música por si misma no era muy bien vista, pero la combinación de ambas, la ópera, si fue bien vista.
Pero claro, no cualquier tipo de ópera va bien, teniendo en cuenta los dramones a los que nos tiene acostumbrado Shakespeare, tenía que ser algo similar.

La siempre ha sido un género que ha dado lugar a enfrentamientos, está el enfrentamiento Verdi-Wagner, el enfrentamiento interpretes/cantantes-interpretes/actrices, y bueno en este caso está la Ópera italiana (u ópera seria) contra la Ópera bufa.

No hay un desprecio de calidad en los calificativos, porque vemos grandes óperas de Mozart que son ópera bufa, aunque también hizo ópera seria. La diferencia es temática, la italiana es un drama mientras que la bufa es cómica, y existe también una diferencia formal, la italiana es más estricta, mientras que la bufa se deja llevar más por la improvisación.
No merece la pena entrar a fondo en la estructura de una ópera italiana, ya que como en todo pueden existir sus variaciones por gusto del compositor, pero en resumen, su obertura, sus recitativos alternados con arias, esto durante tres actos y su epílogo final muchas veces en forma coral.
Todo esto muy al gusto inglés de la época, dramones profundos.
Haendel compuso unas pocas óperas italianas, la más destadada de ellas "Julio Cesar", sólo por el nombre se vislumbra un dramón en los idus de marzo, por cierto, obra que también Shakespeare escribió, aunque el libreto de la ópera es de Haym y no tiene que ver con la muerte del Cesar sino con su vida previa con Cleopatra.
En esta explosión de la ópera italiana es dónde se encuadra la época de oro de los castrados, ya que la óperas se componían pensando en ellos, interpretaban a los protagonistas, siempre sujetos valerosos. En este caso Julio Cesar era un castrado.

Esto nos lleva a pensar, que la música es claramente una cultura también sujeta a modas, y a situaciones técnicas muy limitativas, porque se sabe que los instrumentos de viento metálico no sonaban tan estridentes como los actuales, se ha perdido ese conocimiento en su forja, tampoco un piano es lo mismo que un clave, y ya no se castra a los niños para que mantengan su timbre agudo.
En realidad esta última dificultad se ha superado mediante muy complicadas técnicas vocales, que muy pocos tienen la capacidad física de adquirir, pero esto es algo relativamente reciente.
Durante mucho tiempo, siguieron existiendo castrados, el último no recuerdo ahora cuando fue, pero se le llegaron a hacer grabaciones fonográficas. Estos últimos castrados se caracterizaban por ser de una calidad terrible, ya que la tradición se había perdido, aparte de que la música barroca dejó de ser popular hasta mediados del siglo XX. Han pasado el clasicismo, romanticismo, nacionalismo, modernismos y todos pretenden acabar con sus predecesores, realmente la música antigua no ha alcanzado su unidad real, vista desde un prisma unitario, quiero decir, hasta la aparición de una música popular que lo ha copado todo y ha "enterrado" a todo lo previo. Así se han recuperado estas piezas de Haendel, dramas operísticos cantados por castrados (no sólo por ellos, evidentemente).













Aquí os dejo algunos trocitos selectos, con sus trocitos de contratenores, que parece que os gustan, pero no me pidaís la ópera entera, porque como ya he dicho, la ópera, no es lo mío.

lunes, 3 de agosto de 2009

Himnos soviéticos y demás

Para seguir con el tema de los himnos, que dejé aparcado por lo de mis oposiciones, habíamos hablado de varios himnos que en diversas épocas cubrían diversos países, cómo son España y USA por su cuenta, y en conjunto himnos de Francia, Reino Unido, Austria y Alemania (y con ello otro montón de países entre ellos el más importante Rusia), todo esto tratado como una sucesión histórica.

En el caso de Rusia y su otra cara, la URSS, como ya se ha tratado, tuvo como himnos:
- En la época zarista “Dios salve al Zar” ya tratado por aquí, aunque posteriormente y por diferenciarse, se hace otra versión de nombre similar, pero con música de Alexis Lvov.
- En los días la revolución, se adopta como himno una versión rusa de la Marsellesa.
- En 1919, en la fundación del Komintern, se adopta “La internacional” como himno tanto del Komintern como de la URSS, ambos oficialmente.
- En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, el camarada José encarga un himno propio para la URSS aparte del organismo internacional que es el Komintern. Como resultado se adopta oficialmente en 1944 el “Himno de la Unión Soviética”.
- En 1953, tras la muerte del camarada José, el texto con referencias a él mismo, se hace inaceptable por el culto al lider que Jrushchov denunciaba, así que hasta 1977 el himno es interpretado sin letra.
- Por temas deportivos (¿resulta eso familiar?) se crea la necesidad de hacer una nueva letra que poder cantar en las entregas de premios. Por eso se crea una nueva letra purgando a Stalin, cualquier referencia a la Segunda Guerra Mundial (en aquellos tiempos, Brézhnev estaba intentando conseguir inversiones en la República Federal Alemana y no pensó sabiamente que a los alemanes no les haría mucha gracia los comentarios del himno). Así se adopta oficialmente la nueva letra, con el nuevo nombre de “Himno del Estado de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”.
- A la caida de la URSS, la nueva república de Rusia adopta “La Canción Patriótica” como himno oficial, Yeltsin realmente quería apartarse de todo lo soviético, pero era un himno sin letra oficial, por lo que se convocaron concursos de letras hasta 1999 sin oficializarse ninguno de ellos. “La canción patriótica” esta basada en una pieza para piano solo de Glinka “Canto nacional”.
- En 1999 accede a la presidencia Putin, que como es bien sabido por todos, tiene ganas de reinventar Rusia como la nueva URSS, y en el himno también, así que en el 2000, la duma aprueba el “Himno de la Federación Rusa”, que es el mismo “Himno de la Unión Soviética” pero con nueva letra, por cierto, escrita por la misma persona que había escrito las letras previas del himno, Sergey Mikhalkov.
Y así, hasta hoy.

Realmente se sale fuera de nuestro interés tanto el himno zarista, como el nuevo himno ruso que aún siendo una pieza interesante basada en Glinka, pero dicho por muchos rusos, carente de emoción.

El interesante es el de la URSS, por la de vueltas que ha dado, aparte de ser un himno que cumple a la perfección lo que debe ser un himno, un canto lleno de emoción.

Versión “Himno de la Unión Soviética”


Versión 1977 “Himno del Estado de la Unión de República Socialistas Soviéticas”


Versión 2000 “Himno de la Federación Rusa”


Como ya he dicho algunas veces por aquí, una cosa es que detestemos ideas políticas, y otra que musicalmente los soviéticos eran sin duda de los países más desarrollados dentro del clasicismo y de la música patriótica.

De letras, el actual empieza así:
Rossiya svyashchennaya nasha derzhava,
Rossiya lyubimaya nasha strana.
Moguchaya volya, velikaya slava
Tvoyo dostoyanye na vse vremena!

Rusia es nuestra patria sagrada,
Rusia es nuestro amado país.
Una Potente voluntad, una gran gloria
¡Son tu herencia por todos los tiempos!

Mientras que el clásico soviético dice:
Soyuz nerushimi respublik svobodnij
Splotila naveki velikaya Rus!
Da zdravstvuiet sozdanni volei narodov
Iedini, moguchi Sovetski Soyuz!

Unión indestructible de repúblicas libres
La Gran Rusia ha soldado para siempre a ponerse de pie.
Salud a la obra creada por la voluntad de los pueblos,
¡la única, la poderosa Unión Soviética!

En fin...unión indestructible...¡JA!