jueves, 27 de noviembre de 2008

Motete K.618 "Ave Verum Corpus" de Mozart.

Vamos a por la segunda.
Hoy el “Ave Verum” de Mozart, como ya dije.

Es una obra en forma de motete, muy conocida, de estas que os podéis encontrar en cualquier boda, de una gran simpleza pero que a la vez la maestría de Mozart y su propia sencillez hacen que la palabra que la describa sea la claridad, es una obra cristalina, en la que en una buena ejecución, las sopranos son las mismas voces de los ángeles, lo cual hace que sea también una hoja de doble filo, porque en una mala ejecución, las sopranos quedan aplastadas por las demás voces, convirtiéndose el conjunto en una vulgaridad de acordes vocales.

Se puede decir que a pesar de obras como esta, Mozart no era una persona muy religiosa, de hecho es conocido su relación con círculos masónicos, pero en obras como estas, se puede decir que más que querernos hacer ver lo que es el cielo, quiere traernos el cielo a la tierra.

Su composición terminó el 18 de junio de 1791, el mismo año de la muerte de Mozart, fue dedicada a Anton Stoll, que era el director del coro de la parroquia de Baden, donde Konstanze, estuvo pasando algún tiempo por sus problemas de salud desde tiempo antes. Es de reseñar que Mozart en esta época tenía grandes problemas económicos, pero aún así Konstanze estuvo allí para su recuperación, lo que agravó aún más sus problemas económicos.

Es una obra coral para cuatro voces (Soprano, Tenor, Contralto y Bajo) con acompañamiento de órgano.
Con letra:

Ave, ave verum corpus,
natum de Maria Virgine:
vere passum inmolatum
in cruce pro homine:
Cujus latus perforatum
unda fluxit et sanguine.
Esto nobis praegustatum
in mortis examine
in mortis examine.

Salve, salve verdadero cuerpo,
nacido de la María Virgen,
inmolado
en la cruz por el hombre:
cuyo costado traspasado
manó agua y sangre.
Que podamos gozarte
cuando llegue nuestra muerte
cuando llegue nuestra muerte.

Como se ve, el tema de la muerte y de la vida futura está presente, lo que tiene relación con la gran de esta época, que es su Requiem, que también nos hace ver lo curioso que resulta que Mozart compusiera obras religiosa de tal belleza siendo como él era, quizá fuera que la vida no le iba nada bien y sus sentimientos le acercaron a Dios por necesidad, quizá que presintiera su pronta muerte, no sería la primera persona a la que le pasase, pero esto no dejan de ser puras elucubraciones.

Para interpretaciones, aquí os paso algunas interpretaciones variadas, alguna de ellas demasiado lentas para mi gusto, aunque sea un Adagio.




Saludos.

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