miércoles, 16 de septiembre de 2009
Sonata en Re para trompeta de Purcell
¿Quién no ha escuchado esto? Sonata para trompeta en Re mayor de Henry Purcell.
¿Y que significa eso de sonata?
Hay que pensar que ahora mismo sucede en la música un fenómeno que es la oposición de tipos, una pieza es “popular” o “culta”, “movida” o “tranquila” y las diversas oposiciones que nos podamos encontrar.
En aquella época, en pleno barroco, también existían oposiciones, estaba la música religiosa y la música secular (en realidad también existe la música militar, pero esa va a aparte por ser un fenómeno utilitarista, tambores y pífanos para mantener una marcha), pero también existe una oposición entre música cantada (Cantata) y música interpretada, en un sentido instrumental, y esto es la sonata.
Dentro de estas dos dimensiones podemos derivar las sonatas religiosa y las sonatas seculares.
Como casi toda la música secular de aquella época, tiene una gran relación con la danza cortesana, cosa que se nota por la rítmica de la melodía, es totalmente bailable, tanto que esta estructura evoluciona hacia la suita barroca, que como ya expliqué por aquí no es otra cosa que una colección de danzas cortesanas.
La estructura de la sonata viene a ser casi el equilavente musical de un pareado rimado, poca cosa más sencillas en cuanto a su estructura vamos a ver. Escuchando esta pieza podemos notar:
- Primera parte, dónde se expone un tema, alegre, y se va desarrollando en fugas del solista (algo muy característico de este periodo).
- Segunda parte, que es un movimiento lento, libre en cuando al tema.
- Tercera parte, que es la llamada reexposición, en referencia al tema inicial de la primera parte, cosa que se puede hacer de diversas formas, como podría ser tomar el tema inicial y reexponerlo, pero si nos fijamos, aquí no hace eso, la “rima” no es tan abierta, es mucho más sutil, es rítmica, vuelve el tema alegre, y el solista vuelve a jugar con la melodía tal como sucedió en la primera parte, pero sin llegar a reproducir la melodía principal.
Otras cosas a destacar son:
- El omnipresente, en el barroco, bajo continuo (trompa, tuba y trombón en este caso).
- La continua pregunta y respuesta del solista, tanto con la segunda trompeta, como a veces con el mismo bajo continuo.
- Esos finales de parte tan marcados, para lograr el acorde final, en que el ritmo se ralentiza.
Para terminar, una nota, los instrumentos de metal ahora suenan de cierta forma, pero poco se sabe a ciencia cierta como sonaban hace siglos, pero resulta evidente que sonaban de otra forma, porque los compositores se atrevían a meter trompetas dentro de las iglesias para sus composiciones religiosas, cosa que actualmente es una locura a no ser que se haga expresamente.
Hace un par de días, aquí en Sevilla, fue el concierto que da anualmente en Cuaresma una de las mejores bandas de música de la ciudad, La banda de la Cigarreras, en la Basílica de la Macarena, en un caso así, se meten cornetas, trompetas y lo que haga falta en una iglesia (bueno, tambores los justos, la verdad), porque el sentido de la música religiosa de Semana Santa es ese, ya atronan en mitad de la calle.
Todo esto nos debe hacer ver que las trompetas, y demás instrumentos metálicos, sonaban mucho más suaves hace siglos.
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Buenos días GRONCHI:
ResponderEliminarAhora tienes que ponerlo en blog, que el pobrecito tiene mucha pelusa, y tus fans, necesitan de tu atención.
Un fuerte abrazo.