martes, 26 de mayo de 2009

El amanecer de Grieg.

Ya comenté algo por aquí de la Suite Peer Gynt de Edvard Grieg, aquello de "En la cueva del rey de la montaña" o "El entierro de Ase", pues a ver, mirad que cosa tan bonita para despertarse:



Primero aparecen los rayos del sol, se nota como la luz va apareciendo, el sol asciende, se nota en la incorporación de elementos, en un súbito ascenso del volumen de interpretación.
Cuando ya sabemos que el sol está fuera, notamos el despertar de los pajarillos, primero perezosos, luego se levantan lentamente, uno tras otro, abren sus alas, y empiezan a cantar, como hacen los pajaros al principio del día, luego todo se serena y el día comienza en ese preciso instante cuando la pieza termina.

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